lunes, 8 de diciembre de 2008

INFANCIA ROCKERA: LA CULPA ES DE LOS PATA

Por Ernesto Armendáriz Ramírez
Que los abuelos, las amas de casa o los niños escuchen rock es algo de lo más normal. El paradigma de que los jóvenes son los receptores naturales de esta música se desmoronó. Esta naturalidad del rock no lo era hace cuarenta años, donde tener el cabello largo te hacia objeto de ataques por parte de la policía o de grupos clandestinos de ultraderecha como el MURO y el Yunque, cuyos líderes, por cierto, hoy en día son altos funcionarios del gobierno federal panista. Las batallas de la sociedad civil por la democratización del país han repercutido incluso en los patrones de consumo musical. Para que el rock llegara servido sin ningún tipo de prejuicio a tu mesa, han pasado largos años de escaramuzas y batallas.

En México, el desarrollo del rock pudo haber tenido un despliegue descomunal a partir del Festival de Avándaro. Sin embargo, fueron los propios organizadores de ese festival quienes lo sabotearon: entre otros, el productor de telenovelas Luis del Llano y el actual dirigente del fútbol mexicano, Justino Compeán. Cuando el nefasto Raúl Velasco, entonces un reportero seudohippie con el rostro curtido por el sol de Celaya, su pueblo natal, se alió con los organizadores de Avándaro bajo el manto de Televisa, el rock independiente quiso ser ahogado con el auge de estrellas plásticas que saturaron los televisores. Si te tocó ver y oír a Laureano Brizuela segurísimo padeciste migraña y gastritis.

Héroes casi desconocidos, siempre hubo impulsores del rock subterráneo, atado a un nicho minúsculo pero aferrado de seguidores, quienes con el tiempo dejarían de ser una minoría para pasar a sus hijos y nietos la auténtica cultura rockera que tantas almas y corazones mueve. ¡Oh fortuna nuestra!, las trasnacionales no contaban con el rock independiente, que florece, y surgen ramilletes que uno no puede ignorar.

En Puebla, la cuarta ciudad más habitada del país con dos millones de personas, surgió hace quince años una banda de jóvenes que se atrevieron a hacer de manera independiente lo más inusual: rock para niños. Ya para entonces eran leyenda viva Los Qué Payasos o, aunque no fuera rock, todos recordaban el noble disco "Amparo Ochoa canta con los niños", grabado en 1983. Esa banda se llama "Los Patita de Perro", quienes no fueron los pioneros, pero definitivamente hoy son los más talentosos (de acuerdo, de acuerdo, también Yucatán A go-go lo es).

El trío Los Pata ha hecho cinco discos, que venden en un paquete llamado "La cajita infeliz", han tocado en el extranjero y en los programas de televisión de Cristina Pacheco, Armando Manzanero y Eugenia León. Que Los Pata salgan de Puebla es algo tan similar al surgimiento, ya hace algunos ayeres, de El Personal en la mocha Guadalajara. Vale, que un entorno conservador generé esa irreverencia tan inteligente, es algo sumamente meritorio y digno de aplaudir.

¿Qué hace diferentes a "Los Patita de Perro"? Varias cosas: su lenguaje, pues juegan como nadie con las palabras. Son antípodas del humor ramplón de los televisos (Verbigracia: -Tatiana: mamacitaaa, ahora entiendo...). Uno queda infinitamente agradecido al escucharlos, pensando por qué no nos tocaron a nosotros estas canciones, cuando en versión ska se canta el Hasta la Victoria Siempre del Ché Guevara o cuando traen esa remembranza nostálgica de los pesares que uno sufre al ir por las tortillas. Masters de la cábula, son sencillamente geniales en sus parodias, haciendo coros guturales como los cantantes de trashmetal (¡Max Cavalera, perdónalos!). Qué decir de la niña Estelita tocando el bajo eléctrico en el festival escolar, o del Quiero Vomitar por tanta música chafa que hay en la radio.

En este 2008, Los Pata acaban de sacar un disco que uuufffff, es auténtico ámbar desenterrado de las más profundas entrañas de la tierra, donde la canción "Cuando yo me muera", que da titulo al disco, posee una sencillez conmovedora hasta el tuétano. Mamás regañonas y obsesivas, les juro que no se van a desvanecer por tan pesado sentimiento de culpa cuando escuchen la canción “Tómate la sopa”; antes bien, esbozaran una sonrisa premonitoria de que todo cambiará. Y para esos chamacos irrefrenables que nadie controla, pónganles el track número nueve y van a ver que los ponen quietos porque los ponen quietos: “Chin chin el que se mueva”, donde lúdicamente se rescata esa palabra que ya nuestro finado Octavio Paz se encargo de explicarnos, casi a manera de regaño, larga y tendidamente.

El juego, el recreo, la ironía más fina, la creatividad más libre, los ideales limpios de dogmatismo, nada pretensiosos ni arrogantes, eso son Los Pata, quienes valen mil veces más que basura musical tipo Panda o Moderato (los Microchips ya creciditos en lo biológico, no en lo mental). De paso, Los Pata han redimido a los poblanos, pues a partir de ellos no sólo se habla del horripilante y monstruoso Góber Precioso, sino de cultura genuina y audaz. El trío poblano nos hace convivir de manera espontánea y desprejuiciada con el antaño estigmatizado rock.

Si tienes niños en casa o si tú mismo tienes alma de niño, estás perdiendo el tiempo si aún no los escuchas. Los Pata logran lo que pocos: que padres e hijos se emocionen por igual con las mismas canciones. Que alguien logré esa comunión tan rara en estos tiempos de individualismo rampante, es algo en sí extraordinario.


4 comentarios:

Tezcatlipunk dijo...

Que tranza Neto!! que no que el yucatán rifaba más que los pata?? chale tus cambios de humor me evocan a los ciclos lunares.

Pero ni hablar; los pata rockean bien chingón, yo aún los pongo para ponerme de buen humor o mentarle su madre al santa en estos tiempos tanto navideños como de volteretas y machincuepas partidistas.

Recuerdo también a los pata a todo volumen y a un chavo pelirrojo y nortec con el que brincaba por todos lados de un depa hasta que el ruquito de abajo nos pegaba de gritos y escobazos.

Chingón el artículo de los pata mi estimado, bienvenido a los ambientes bogleros. Con su permiso haré un programa con pura música de los pata y leeré este buen texto.

Saludos!!

Zabdy dijo...

No manches que chido tu artículo, a zayd le gustan mucho los pata, de hecho así conquisto a su novia con los pata jajaja, en fin chido el rock para niños!!

gisela dijo...

esta chido tu articulo es a pura neta

gisela dijo...

esta chido tu articulo no es mas q a pura neta